Fumar no es refrescante

Se fume o no, la gente parece tener una idea común: fumar refresca la mente. Por ello, muchas personas acostumbran a encender un cigarrillo cuando están trabajando, creyendo que así pueden evitar la somnolencia y aliviar la fatiga. De hecho, es un malentendido que fumar no sea refrescante.

El tabaco contiene nicotina, un componente químico que puede actuar sobre el sistema nervioso central, hacer que la gente se sienta relajada y feliz, y producir una sensación de bienestar. Pero este efecto es efímero. Los investigadores médicos señalaron que el principal efecto del tabaco sobre el sistema nervioso central es excitar primero y suprimir después. Después del placer a corto plazo producido por el tabaco, la gente pronto se sentirá cansada y somnolienta. Para eliminar este tipo de cansancio y somnolencia, hay que seguir fumando, lo que conduce a la adicción. Los estudios han demostrado que las personas que fuman durante mucho tiempo sufrirán un deterioro de la capacidad de pensamiento y de las actividades intelectuales, y tendrán síntomas como neurastenia, dolor de cabeza, insomnio y pérdida de memoria.