Visión de una dieta adecuada "El desayuno es como un emperador, la cena es como un mendigo"?

Numerosos estudios han demostrado que el ejercicio físico tiene cierto efecto en la prevención del deterioro cognitivo y la demencia tras el envejecimiento. Ahora, investigadores de la Universidad de Goethe han descubierto por primera vez los efectos del ejercicio físico en la actividad metabólica del cerebro.

Para comprender mejor los efectos del ejercicio físico en el cerebro, los investigadores examinaron los cambios en el metabolismo cerebral y la memoria de 60 voluntarios después de hacer ejercicio con regularidad. Los participantes tenían entre 65 y 85 años. Los resultados muestran que el ejercicio físico regular no sólo puede mejorar la forma física, sino también promover eficazmente las actividades metabólicas del cerebro.

Los resultados se publicaron en Translational Psychiatry, y los voluntarios incluidos en el instituto procedían del proyecto SMART (Sport and Metabolism in Older Persons, an MRT Study). Los autores examinaron los parámetros relacionados con el ejercicio, la función cardiopulmonar y la capacidad cognitiva de los participantes, y utilizaron la tomografía por resonancia magnética (TRM) y la espectroscopia por resonancia magnética (ERM) para detectar el metabolismo cerebral y sus características estructurales. Durante la prueba, se pidió a los participantes que realizaran un entrenamiento de ciclismo de unos 30 minutos tres veces por semana durante un total de 12 semanas. Al final del periodo de ejercicio, los voluntarios volvieron a someterse a pruebas para analizar los efectos del ejercicio en los cambios del metabolismo y la estructura cerebrales. Además, los investigadores también analizaron los efectos de las diferencias en el grado de entrenamiento sobre la mejora de la forma física de las personas. La investigación fue realizada por un equipo del profesor Johannes Pantel, de la Facultad de Medicina General, y un equipo del profesor Winfried Banzer, del Departamento de Medicina Deportiva.

De acuerdo con las expectativas, los investigadores han descubierto que la actividad física puede afectar a la actividad metabólica del cerebro: puede inhibir principalmente la regulación al alza de la colina. La elevación de la colina suele provocar una pérdida masiva de neuronas, lo que suele ocurrir durante el inicio de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, el ejercicio físico regular puede mantener el contenido de colina en un nivel relativamente estable. En conclusión, este estudio demuestra que el ejercicio físico no sólo puede mejorar la forma física, sino también proteger a las células neuronales de los daños.