Los aditivos alimentarios tienen muchas ventajas: prolongan la vida útil, mejoran el sabor y la textura y añaden color a productos antes poco atractivos. También son muy controvertidos y han atraído mucho la atención de los medios de comunicación. Pero, ¿es el aditivo realmente perjudicial para la salud? ¿O, al igual que "El número E en los helados aumentará el riesgo de cáncer de intestino", el título no hace más que sembrar el pánico?
Los aditivos alimentarios se prueban cuidadosamente antes de introducirse en alimentos y bebidas, y muchos países cuentan con organismos reguladores para evaluar su seguridad. Recientemente, sin embargo, se ha descubierto en cultivos celulares y experimentos con animales que el consumo de un aditivo alimentario común llamado emulsionante puede dañar la microbiota intestinal y aumentar la permeabilidad del tracto intestinal - a menudo referido como "fuga intestinal."
Un intestino permeable permite que las bacterias atraviesen la pared intestinal y lleguen al torrente sanguíneo. Cuando esto ocurre, el cuerpo produce una reacción inflamatoria para derrotar a las bacterias invasoras. Esta reacción inflamatoria destruye la capacidad del cuerpo para manejar la glucosa y puede ser un pequeño factor en la diabetes y la obesidad. Pero, de momento, sólo se trata de un descubrimiento en ratones y modelos celulares.
Si está leyendo este artículo, lo más probable es que no sea un ratón. Los humanos llevan miles de años comiendo emulsionantes -principalmente de los huevos- y los ratones no. Por lo tanto, el estudio de comer o beber emulsionantes en ratones tiene poco que ver con nosotros -aunque proporcionan un buen punto de partida para futuras investigaciones- para formar nuevas teorías y responder a las preguntas iniciales.
Hasta ahora, no se ha investigado mucho sobre los efectos potencialmente nocivos de los emulgentes en el cuerpo humano. El emulsionante más utilizado es la lecitina, presente en las paredes celulares de todas las plantas y animales. La lecitina es probablemente el ingrediente principal de la yema de huevo más famosa y es conocida por su papel en la elaboración de la mayonesa, aunque suele derivarse de la soja como aditivo.
Difícil de evitar
Evite algunos aditivos, como los edulcorantes artificiales, porque suelen anunciarse en los productos. Pero evitar los emulsionantes es mucho más difícil. En la dieta occidental, la lecitina es de hasta 6 gramos al día a partir de los alimentos, y una yema de huevo contiene alrededor de 1,5 gramos de lecitina.
Los emulgentes también se añaden a diversos alimentos procesados, como helados, chocolate y productos horneados, para crear una textura suave, evitar la separación y prolongar la vida útil. Por eso es aún más importante averiguar si la lecitina u otros emulgentes son perjudiciales para la salud.
Curiosamente, los científicos no sólo estudian los posibles efectos negativos de la lecitina. Estudios en humanos han demostrado que puede reducir el colesterol sanguíneo, disminuir la presión arterial diastólica y aumentar la disponibilidad de compuestos biológicamente activos. En las tiendas naturistas incluso se vende como suplemento dietético.
En la Universidad de Aberdeen, los investigadores están llevando a cabo un estudio en humanos (llamados FDAiets) para determinar los efectos sobre la salud de la ingesta de lecitina. Los investigadores están probando una dieta baja en emulsionantes y otra alta en emulsionantes, y sus cocinas les proporcionan todos los alimentos de forma controlada.
Los investigadores tomaron muestras de la sangre y las heces de los voluntarios y observaron la cantidad de ADN bacteriano en la sangre, la capacidad de los voluntarios para procesar la glucosa, la cantidad de colesterol en la sangre y la composición de las bacterias intestinales. Estos resultados les ayudarán a comprender el impacto de la lecitina en la salud humana.
Al mismo tiempo, aunque hay pruebas de que los alimentos procesados y los ricos en emulgentes son perjudiciales para el ser humano, es demasiado pronto para decir que debemos dejar de comerlos. En concreto, los alimentos procesados desempeñan un papel vital en nuestro disfrute de la comida. Es difícil imaginar cómo sería la vida sin alimentos procesados...