Tanto si se vende en el mercado como si lo recoge uno mismo, debemos prestar atención a su procedencia.
Los vegetales silvestres que crecen en zonas urbanas con grave contaminación atmosférica no sólo pueden absorber el polvo del aire, sino también muchos gases nocivos y componentes químicos del aire y el suelo. Después de que la gente coma tales verduras silvestres. Causarán un gran daño al organismo.
Además, las verduras silvestres cultivadas en el borde de zanjas de drenaje sucias, crestas en zonas rurales y carreteras con gran caída de polvo no son aptas para el consumo. Como este tipo de verduras silvestres pueden estar contaminadas con pesticidas, fertilizantes, residuos líquidos y otros contaminantes, su consumo no es bueno para el organismo humano.