¿Cómo hacer dieta para prevenir el Alzheimer? Empieza por tu dieta diaria.
Para prevenir la enfermedad de Alzheimer, ¡presta atención a los siguientes puntos!
1, una dieta equilibrada, evitar el consumo excesivo de sal y grasas animales.
Un día se debe controlar la ingesta de sal por debajo de los 10 gramos, comer menos grasas animales y azúcar, equilibrar las proteínas, la fibra dietética, las vitaminas, los minerales, etc.
2, suplemento de proteínas
La enfermedad de Alzheimer guarda una estrecha relación con la dieta. Se ha descubierto que los alimentos con proteínas de alta calidad, como la leche, los huevos, el pescado, la carne y el hígado animal, tienen un efecto fortalecedor de la función cerebral. Un gran número de verduras, frutas y productos de soja pueden complementarse con vitaminas B, C y E para prevenir las barreras inteligentes causadas por la desnutrición. Por lo tanto, en la dieta diaria, para asegurar el suministro de proteínas, debe comer más alimentos ricos en vitaminas y celulosa, evitar la ingesta insuficiente de nutrientes o deficiencia de vitaminas.
3, para controlar la dieta, no demasiado lleno.
Algunos investigadores compararon los hábitos alimentarios de los enfermos de Alzheimer con los de ancianos sanos y descubrieron que los ancianos con esta enfermedad tenían mucho apetito en sus mejores momentos y comían en exceso durante la cena.
4, prestar atención al suplemento de oligoelementos zinc y selenio
Gracias a las continuas investigaciones de los nutricionistas, los oligoelementos zinc y selenio pueden reducir la incidencia de la enfermedad de Alzheimer. El zinc interviene en la síntesis de enzimas en las células cerebrales. La falta de zinc provoca una disminución de la síntesis de neurotransmisores humanos y tiene una gran influencia en la función cerebral y la neuropsicología. Entre los alimentos ricos en zinc se encuentran las gambas, los copos de avena y los cacahuetes. El selenio es un antioxidante que actúa retrasando el envejecimiento. Entre los alimentos ricos en selenio figuran el cordero y diversos mariscos.
5, cuidado con el tabaco y el alcohol
Fumar estrecha la contracción de las pequeñas arterias del cerebro, acelera la arteriosclerosis y afecta al riego sanguíneo cerebral. Cuanto más tiempo se fuma, cuanto más se fuma, más grave es la arteriosclerosis cerebral, menor es el suministro de sangre al cerebro y, finalmente, el tejido cerebral se encoge y se produce la demencia. El alcohol contiene etanol. Una pequeña cantidad de vino puede favorecer la circulación sanguínea, lo que es bueno para las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. Sin embargo, cuando se bebe una gran cantidad de alcohol, puede dañar gravemente el tejido cerebral. El consumo excesivo de alcohol a largo plazo afectará a la memoria.
Además de unos hábitos alimentarios saludables, también es necesario hacer ejercicio adecuado. El ejercicio aeróbico puede mejorar la circulación sanguínea, reducir la atrofia cerebral y mejorar la memoria. Los estudios han demostrado que, en comparación con las personas sedentarias de mediana edad, en torno a los 40 años, sus compañeros suelen tener menos posibilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer después de los 65 años.
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