El vino es la suma de las bebidas comunes de la vida. Es una celebración, una reunión de invitados y amigos. Desde la antigüedad, es un vino para hacer beber a la gente. Desde hace miles de años, las famosas palabras de beber y alabar el vino son miles de millones. La gente suele decir que "bebe para aliviar las preocupaciones" y "no vuelvas atrás". Todo ello demuestra que la gente tiene una profunda incomprensión del abuso del alcohol y de sus perjuicios. El vino se elabora principalmente a partir de arroz, sorgo, trigo, maíz y otros cultivos alimentarios, y sus principales componentes son etanol (alcohol), azúcar y grasa. La graduación alcohólica del licor es relativamente alta, de unos 60%, que suele decirse que es de 60 grados. El grado alcohólico del vino es de unos 15%; el grado alcohólico del vino de arroz es de 15% - 20%, que es una especialidad de nuestro país; el grado alcohólico de la cerveza es bajo, que es de 3% - 5%. El grado que vemos en la botella de cerveza es el porcentaje del contenido original de mosto en el licor, no el contenido de alcohol. Independientemente de cuál de las bebidas alcohólicas mencionadas contenga alcohol, después de que el cuerpo humano lo absorba, debe someterse a un metabolismo oxidativo. Este proceso se lleva a cabo principalmente en el hígado. Si la cantidad de alcohol ingerida es demasiado elevada, lo que supera la capacidad de desintoxicación del hígado, se producirá una embriaguez, y la grave puede envenenarse.
Si se bebe una pequeña cantidad de alcohol, el etanol puede favorecer la circulación sanguínea, dilatar los vasos sanguíneos, estimular el apetito, eliminar la fatiga y refrescar la mente. Mientras que el bebedor empedernido es ligero, está farfullando, la cabeza pesada y los pies ligeros, pesados, tiene sueño o incluso está borracho hasta la muerte.
Las personas con enfermedades cardio cerebrovasculares, gastropatías y carencias vitamínicas no deben beber alcohol.
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