En las ciudades de nuestro país, el ruido es omnipresente, y la contaminación acústica urbana se ha convertido ya en uno de los principales peligros públicos del entorno urbano. El ruido urbano procede principalmente de vehículos, aviones, trenes y otros medios de transporte. Según la Organización Mundial de la Salud, la contaminación acústica se ha convertido en un grave problema que afecta a la salud y la calidad de vida de las personas. Tras las investigaciones realizadas, se ha descubierto que cuando el ruido continuo en interiores supera los 30 decibelios, el sueño normal de las personas se verá perturbado; si las personas viven en un entorno con ruido continuo superior a 70 decibelios, la audición y la salud de las personas se verán afectadas; si viven en un entorno con ruido superior a 80 decibelios, la sordera puede llegar a 50%. La mayoría de los oficinistas viven en ciudades prósperas, y son una de las principales víctimas de la contaminación acústica urbana.
El ruido es perjudicial para la salud humana en muchos aspectos. En primer lugar, el ruido puede causar molestias en los oídos, acúfenos, dolor de oídos y pérdida de audición. En segundo lugar, el ruido provocará efectos psicológicos negativos en las personas, afectará a su sueño normal y a su trabajo, de modo que se sentirán inquietas, deprimidas y afectará a la eficiencia laboral. Por último, el ruido también puede dañar el sistema cardiovascular y nervioso, e incluso aumentar la incidencia de cardiopatías coronarias e infartos de miocardio.
Hay quien piensa que el "canal iónico" de las células auditivas puede distorsionar el sonido en el oído interno. Los canales iónicos pueden convertir el sonido en señales eléctricas y transmitirlas al cerebro. Cuando el sonido está distorsionado, las personas pueden encontrar el sonido que desean entre el ruido. Sin embargo, se descubrió que era una proteína llamada proteína dura, en lugar del canal iónico tradicional, la que mantenía intactas las células auditivas y hacía que el sonido se distorsionara correctamente en el oído interno. Esta proteína puede ayudar a las personas a distinguir el sonido y comprender el contenido de la conversación, así como a eliminar el ruido de algunas direcciones.
Por lo tanto, con el fin de eliminar el daño del ruido para el cuerpo, no sólo debemos seguir las instrucciones del médico para tomar una cierta cantidad de medicamentos, sino también mantenerse alejado de la contaminación acústica lugar, encontrar un lugar tranquilo, y prestar atención a más suplemento de proteínas en la dieta, mientras que el mijo es el que tiene mayor contenido de proteínas en los cereales, especialmente el contenido de triptófano (202 mg / 100g). El triptófano tiene el efecto de calmar y dormir. En el entorno de ruido, el consumo de vitaminas B en el cuerpo es muy grande, por lo que comer más mijo rico en vitaminas B puede reducir el daño del ruido, mejorar la audición y prevenir daños en los órganos auditivos.
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